¡Te amo coño!

martes, 7 de agosto de 2012

Usar como tobogán tu cuerpo, columpiándome por tus caderas.

Como las sombras de todo lo que hay aquí dentro además de nuestros cuerpos.
Como la habitación, con la puerta cerrada y las persianas bajadas.
Oscuros los dos,
 los dos teñidos de negro.
Para escucharnos mejor, para intuirnos mejor.
Para que la gravedad nos lleve,
hasta que se haga de día y nos hayamos conocido demasiado.

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