¡Te amo coño!

lunes, 13 de agosto de 2012

No hay prisas a las dos y media de una madrugada cualquiera.

Me intuyes, me atrapas, me besas,

entre sombras y sábanas de una habitación oscura.

Se desliza nuestra ropa.

Saliva. 

Acorralan tus dedos mi cintura.

Latidos. 

Te acercas un poco más. Un poco más. Hasta que me visto con tu piel.

Sudor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario