Una palabra, una definición. Así somos todos, unas personas, con una definición diferente para cada uno. Un conjunto de letras, sílabas, hasta formar palabras, dando forma a frases, esas que simbolizan quienes somos, como somos y sobre todo, porque somos así.
Cada persona tenemos un nombre, se supone que podemos definirnos por él, o por el contrario por el signo del zodiaco. Quién sabe cuál es el que más se asemeja a como somos realmente. Si es por ello, podría definirme con mi nombre, Samantha o por mi signo, Aries, pero no creo que ninguno cumpla con todos los requisitos sobre como soy.
Me considero una persona con miles de defectos, pero con millones de virtudes. Una chica más, que como todos quiere destacar. Exactamente no sé por dónde empezar, podría definirme con una palabra, "extrovertida", pero me parece muy poco. Más bien, quiero definirme específicamente, parando en cada apartado, dándome a conocer a quién no me conoce.
Lo más lógico sería empezar por mi forma de ser. Creo que soy una persona que ha cambiado en este último año. Madurar, creo que es la palabra que mejor manifiesta ese cambio.
Darme cuenta de que las cosas, no son siempre como queremos que sean, que si queremos algo hay que luchar para conseguirlo. Con ello, me defino en ser una luchadora, en alguien imbatible ante un sueño, una meta, un objetivo. Aunque hayan obstáculos en el camino, soy de las que lo salta o busca el atajo para pasarlos. También podría adjudicarme el ser una soñadora.
Soñar con alcanzar ser alguien, alguien importante, que cambie el mundo, de ahí mi ímpetu de querer estudiar política. A su vez, soñé con ser alguien del deporte, pero ese se vio frustrado por las lesiones, un sueño, que se quedo en eso, un sueño y en una experiencia vivida.
Podría definirme como una persona sociable, de esas que se preocupan más por los problemas de sus amigos, que por los suyos propios. Algunas veces, pueden llegar a afectarme, no sé, soy de esas que prefieren ver sonreír a los demás, antes que a sí mismo.
Aunque puedo llegar a ser muy borde a veces, considero que tengo bastante carácter, al igual que mal genio, y eso influye. Me influye el carácter en ser mandona, en que se cumpla lo que digo, en ser por así decirlo, la voz del pueblo, en lo que digo yo y punto. Tampoco suelo perdonar, a no ser que la persona me importe demasiado, y sea yo, la que cometa el error, pero aunque lo haga, no olvido. De ahí, a uno de los que se podrían considerar defectos, el ser rencorosa, sigo la ley de ‘ojo por ojo, diente por diente’.
Otra manera de definirme podría ser el de ser una loca, considerada por algunos como un defecto y otros como una virtud. Yo la veo más bien como esto último, una virtud, algo que muchos no pueden ser. Me gusta vivir el día a día, las experiencias, pensar algo y hacerlo, tanto como imaginarme qué pensaría la gente si canto en medio de una carretera y hacerlo.
Son cosas que se hacen sin meditarlo antes, pero lo haces, y te diviertes. Un ejemplo, tirarte y hacer la famosa croqueta en medio de la calle, o ir al Carrefour robar un peluche, salir corriendo por Santa Cruz y refugiarte en el recinto ferial. Todo esto, salteando a los coches que circulaban, entre pitazos y frenazos.
Otra de las que me vienen a la mente, es de ir en el guagua, hablar de mierda claramente, y preguntarle a los que iban en ese momento, quien no cagaba, entre miradas incrédulas y otras que escondían risas.
Son pequeñas locuras que se hacen, te ríes y se convierten en anécdotas. De estas y otras, tengo a miles.
Otra forma de darme a conocer, no sé, pienso que por mis manías. De estas tengo muchas, algunas son boberías, otras graciosas. Entre las normales, son de las de no salir a la calle, sin maquillarme los ojos, o sin tener las uñas sin pintar, incluyo la de los pies, aunque sea invierno y no se vean. Otra es de limpiarme los oídos con bastoncillo, antes de salir a la calle. Imaginaros un día normal, salir a correr, otra vez a comprar, otra a clase, y otra a tirar la basura, pues son cuatro veces que me los limpio. De en verano de salir en gafas de sol, aunque el día este nublado.
Si seguimos con manías, pues graciosas, podría decir que si no tengo la ropa interior que me convine, no me pongo alguna ropa. Suelo ser muy maniática con cosas, por ejemplo, solo uso calcetines negros y en mi casa solo bebo en un vaso azul, considerado "mi vaso", y los yogures tengo que batirlos antes de comerlos.
Miles de manías, lo dicho.
Y si nos adentramos en gustos, pues soy de gustos muy varios, como todos. Creo que estos son los que mejor definen a una persona. Si nos referimos a los míos, son polos opuestos en todo, no tengo un punto intermedio. Me puedes alegrar el día dándome un winnie the pooh, como regalándome un Chucky o el muñeco de Saw aunque odio las películas de terror todavía no he encontrado a alguna que no me de miedo, que conste que no exagero nada. Adoro los piercings, las dilataciones, escarificaciones y tatuajes. Son la manera perfecta de reflejar quien eres, y el porqué.
En la música, puedo escuchar de todo, aunque me defino más bien con lo comercial.
En la comida, pues me encanta comer fruta con leche condensada, Coca-Cola mezclado con helado de vainilla o comerme un sándwich hecho solo de mostaza.
Además que puedo estar semanas enteras comiendo en McDonals sin que me afecte, mi estómago es de hierro. ¿Eso lo podría considerar una virtud no?
Respecto a la bebida, pues adicta a las energéticas, hasta el punto de la taquicardia, y como no, con un hígado privilegiado, el whisky me adora.
En otros gustos, pues brevemente podría decir, que soy de las de vaquero, suéter y converse. Soy de las persona que duerme normalmente 9, 10 o 12 horas al día.
De las que adora estar fuera de casa, aunque sea estar sentada en un banco comiendo pipas. Que su desayuno puede constar de un monster y una hamburguesa de McDonals de un euro.
Que donde este una fiesta o un partido que se quite todo lo demás. De las que se distrae hasta con el vuelo de una mosca. De las que conocen muy bien el significado de la palabra "paciencia" y de las que le tiene pavor a sacarse sangre.
De las que le busca el doble sentido a todo, y de las que duermen con la música puesta.
En definitiva, soy una persona que llora, ríe, se divierte, comete errores, lucha, sueña, grita, desespera y que no le importa la opinión de los demás. Solo me importa una opinión, y esa es la mía.
¿Definición de mi vida?, la de una persona que ama sus locuras, sus diferencias ante los demás, su mente liberal y sus ganas de superación. Así soy yo. Una loca sin reglas, sin normas, bueno solo una, la de disfrutar cada momento, sin importar el resto.