Te he estado observando durante siglos, escondida detrás de una lograda mirada de indiferencia.
No hace falta que sigas intentando engañarme.
En un descuido pude verte sin ese disfraz que llevas pegado a tus cinco capas de epidermis las veinticuatro horas del día.
Ya sé como eres. De verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario