¡Te amo coño!

martes, 19 de febrero de 2013

Ed Sheran.


¿Tenia que ser así?

Nadie me dijo jamás que iba a ser tan duro. Nadie me dijo, que esto iba a costar tanto. ¿Son estas las consecuencias de madurar? ¿De saber rendirse? ¿De dejar de jugar conmigo misma y mis ilusiones? Creo que así es. En realidad me habían avisado, pero hice caso omiso, a los consejos de mi madre, de pensar más en mi y menos en todo lo demás. Hoy he roto a llorar con ella... Verdaderamente, no sabía ni la razón. Lloraba pérdidas, pero no sé cual de ella fue la que noté brotar jocosamente de mi pecho. Si mi familia, (la única que me quedaba, fuera del ámbito familiar que es mi casa) si fue él, que brotó de mis poros, como cuál gota de sudor. Los amigos perdidos por el camino. O por los sueños y aspiraciones que ya no tengo, que se hundieron, con la última esperanza. Pero no, creo que duele más la familia, los que juraron que iban a estar siempre, ya que los amigos fallan pero la familia no. Pues tengo una una noticia; mis amigos me abrazaron cuando ellos dejaron de llamar. Irónico.

Cosas que he aprendido estas semanas:

Me he dado cuenta de que descubro más cosas al día de las que soy consciente. Antes no las apuntaba. He decidido hacerlo, de vez en cuando, para repasar mi lista de "lecciones vitales" y tenerlas más en cuenta.
- Jamás me acostumbraré a una despedida, aunque sea temporal. Ni dejaré de echar de menos. Y tampoco me asentaré en un conformismo en lo referente a la compañía/soledad. Siempre echo en falta lo que no tengo. Las cosas casi siempre son más bonitas cuando las recuerdas.
- Si me quiero concentrar, es mejor que vaya a la biblioteca. Muchas veces no voy porque "así no tengo que estudiar todo de seguido" o "no tengo suficiente tiempo para ir hasta allí". No son más que excusas. No voy porque no quiero estudiar 12 horas, porque no puedo estudiar tanto tiempo seguido. - La forma física se pierde incluso en una semana. Pero también es verdad, que si solo es una semana se recupera en un día.
 - Cuando tengo exámenes me entran unas ganas tremendas de ver películas y leer libros.
- Continuando con lo de los libros, esto de tener un libro electrónico (Gracias, queridos Reyes Magos/Papa Noel) está muy bien. Y cincuenta Sombras de Grey, fue totalmente adictiva
- La gente siempre me habla cuando yo no quiero hablar. No lo entiendo. Cuando llevo unos cascos enormes en las orejas lo mejor es sólo interrumpir mi momento mágico - casualmente siempre me interrumpen en una de mis canciones preferidas
 - No me gusta el sexo convencional (en una cama). O sea, sí. No es que me disguste. Pero creo que me dan más morbo los sitios públicos. Alguna playa, un probador de una tienda, un baño o en su defecto, un coche. Yo que sé.
- Me da morbo un trío con un chico y una chica, y ni siquiera me importa el físico de la chica. Es muy probable que me lo tomase como una especie de competición. Hasta para eso soy competitiva.
- Soy capaz de tener unos cinco sueños malos, también llamados pesadillas, la misma noche. Cuando era pequeña fui a un psicólogo porque era incapaz de dormir. Creo que siempre tendré fantasmas.
- Las faldas a ras del culo no son aconsejables para un día de diario. Menos aún cuando tienes que pasar por delante de tres bares con trabajadores de buena mañana y una obra, tampoco. (Aún así, creo que me siguen gustando las faldas para días de diario).
- Algunos viejos son asquerosos. Y mira, que yo no generalizo como suelen hacer ellos cuando no les gusta una persona joven.
- No es aconsejable tomarse un café con alto grado de cafeína y un sobrecito "fast energy" que también tiene cafeína y no sé cuántas cosas más la tarde previa a un examen a las 9 de la mañana. Al menos no si mides medio metro y cualquier tipo de sustancia te produce un efecto exagerado.
- El tiempo está sobrevalorado.
 - Me cuesta demasiado pasar página.
- No puedo evitar hacer algunas cosas que me hacen llorar. Aunque me hagan llorar. Quizás sea masoquismo extremo.
 - A veces juego con fuego porque no me importaría quemarme.
- No soy la única que piensa que de amor no se puede hablar porque para cada persona el amor es una cosa.
- Lo que más me gusta del primer examen post-vacaciones es ver a la gente que me cae bien. Lo que menos me gusta del primer examen post-vacaciones es que me den besos y abrazos gente que me cae mal.

Seguramente haya aprendido alguna cosa más que ya se me ha olvidado. Y sin duda, muchas cosas de producción audiovisual.

La lluvia es el mejor de los remedios.

Me gustaba pensar que algún día las cosas serían más fáciles. Que llegaría el momento en el que eso que otros llaman amor fuera más fuerte que cualquier tipo de sentimiento destructivo.
Que no importase demasiado el cómo, cuándo o dónde, sólo con quién. No pensar más allá de tus labios. O de otros labios, pero para qué mentir, yo siempre había preferido que fueran los tuyos. De vez en cuando pensaba todas esas cosas en pasado y me centraba en un presente en el que no eran más que sueños lejanos. Todo está siempre demasiado lejos. Incluso yo estoy a veces demasiado lejos de mi misma. Quizás no podía no complicarlo todo, revolverlo todo, desordenarlo todo. Quizás siempre llegaría el momento en el que tuviera demasiado miedo y perdiera el control.
Quizás nunca pudiésemos ser sólo tú y yo, y que nada importe. (Llueve demasiado. Cuando llueve demasiado no puedo evitar pensar que hay cosas que son inevitables, como la lluvia)

A mi, me solía gustar Febrero...

No sé cómo sucedió. A decir verdad, tampoco sé qué sucedió. Alguien decidió pulsar el botón que activa todos los miedos. Del sueño a la realidad y de la realidad al sueño. No importó entonces que fuera febrero ni que tuviera millones de motivos para apreciar aquel momento. No puedo entender este sentimiento. No puedo definirlo. Aún así, sé que es real. Me lo dice el espejo, me lo dicen esos ojos tristes que deben ser los míos. Me lo susurran mis ganas de llorar. Mi corazón oprimido. El no saber si tengo ganas. Me lo digo yo, que me apago. Que soy en blanco y negro, que se me han acabado los colores. Que estoy volviendo a ir al mismo sitio de siempre.  No importa que sea el mes en el que pasan todas las cosas importantes. Que queden 5, 17 o 19. Lo único que importa es que, si pudiera, me quedaría dormida indefinidamente.

Aún.

Aún tengo puestos tus calcetines, y tu olor impregnado en mi piel. Y el recuerdo de tus caricias y todos los "tequieros" que no nos dijimos.
Aún tengo cicatrices del adiós que hizo que me rompiera en mil pedazos (aunque ya esté acostumbrada a romperme) y me falta el corazón que debí dejarme en tu cama (porque me dijo que en ningún lugar podía sentir como al lado de tu cuerpo). Aún soy un poco la sombra de la chica espacial que soy contigo, pero no sé por cuánto tiempo.
Esta noche me faltaron tus abrazos, ver tu mirada al abrir los ojos. Y sin eso me fui borrando poco a poco. Quiero (re)correrte. Otra vez.

He decidido volver a arriesgar.

Quisiera que te dieras cuenta que todas mis sonrisas son gracias a ti. Que no hay día que no te cruces en mis pensamientos, que no hay momento que no quiera que me mires, que te des cuenta que estoy ahi, QUE EXISTO, si estoy aqui. ¿Cuánto más voy a tener que demostrar? cuanto más, voy a tener que gritarle al mundo que TE QUIERO.
Si, ya lo he dicho, te quiero, joder. TE QUIERO. Punto y final.

Si.

H E        V U E L T O