Se detienen, se para el tiempo y se acurrucan en ese rincón de tu cuello. No sé bien cómo acabaron ahí, ni quién les mandó a hacer eso, pero por culpa de ese estúpido gesto me he delatado. Ahora dime, ¿dónde se supone que he de arrinconar a mi versión distante? Yo no soy así. Yo prefiero esconderme. Hacer como que no, aunque sea que sí. Mírame, si parezco otra... Ni siquiera sé disimular.
Igual fui yo quien quiso que pasara, o tú el que está dejando que pase. Me importa poco. No voy a alejarme. Ya no quiero...
No hay comentarios:
Publicar un comentario