¡Te amo coño!

miércoles, 18 de julio de 2012

¿Tú quieres saber lo que me pasa?


Recuerdo cuándo me di cuenta de que éste no era mi sitio... Si no hubiera sido por una simple casualidad, quizás a día de hoy todavía no lo sabría. Pero, casualidades de la vida, resulta que la vida es pura casualidad, y a veces basta con ver unas cuantas palabras juntas.

 Así, sin más, me vi un día haciendo algo que no me llena en un lugar que no me estaba haciendo feliz.

Feliz...

Felicidad...

Ese es el último objetivo de todas nuestras acciones. El único. Y lo demás, lo que venga antes y lo que hagamos para conseguirla, es puro trámite. Así debería ser al menos, aunque muchos no compartan mi filosofía, aunque muchos la confundan con comodidad y seguridad. Una postura respetable, de cualquier modo. Comprendo que dejarse invadir por el espíritu de la rebeldía y luchar ciegamente por aquello en lo que se cree aterra. Lo comprendo.
Lo sé.

Porque a leguas se ve el miedo que tengo a equivocarme. Porque puede que lleve meses pensando en demasiadas cosas que no pueden ser, que no tienen que ser, que no van a ser.
 Puede que haya puesto mi cabeza, mis ilusiones, mi auto-convencimiento, mi deseo, mis ganas, mi corazón, mi empeño, mi voluntad... en el sitio equivocado. Puede ser. 


 Es eso. Eso me pasa. Miedo. Miedo a no conseguirlo, a quedarme aquí, entumecida, viendo como otra oportunidad más me dice adiós luciendo una sonrisa burlona. 


 Miedo a terminar creyéndome que es mentira aquello de querer es poder... 


 Esta noche he estado pensando... en lo que se fue, en lo que no se ha ido, en lo que está a punto de irse, en lo que puede que venga y en lo que no... He sacado más negativos de lo que esperaba. Cosas de la crisis, hasta en esto se cuelan los números rojos.


 Supongo que lo mejor será no pensar, de antemano sé que no sacaré nada en claro...

Supongo también que lo mejor será no desfallecer.

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