¡Te amo coño!

miércoles, 18 de julio de 2012

Señores, mi escote no habla.

Me irrita profundamente que un hombre le hable a mi escote y no se moleste en disimularlo. Ya ves, llámame susceptible, pero me molesta que dejen de escuchar mis palabras para perder su mirada en mi canalillo. Ayer, me irrité, ya lo creo que sí. Pero empecemos por el principio.

Todo sucedió este martes por la noche en una fiesta que preparamos algunas personas, en el muelle del Puerto de la Cruz, una de las fiestas más absurdas y maravillosas en las que he estado en toda mi vida, por cierto [risas, extranjeros borrachos, colchonetas que acabaron siendo almohada ... - lo normal, vaya].
La verdad es que necesitaba una noche así. En una de estas, yo y un amigo nos acercamos a un coche de perritos y se produce el siguiente diálogo:

Samantha: Hola, una Coca-Cola, por favor.
Camarero-aparentemente-latino-de-mirada-viciosa: (no dijo nada, sólo me miraba las tetas).
Samantha-malhumor-emergente: (sonrisa sarcástica)
Camarero-aparentemente-latino-aun-con-mirada-viciosa: (dirigiéndose a mi amigo) ¿Es tu novia?
Amigo: No
Camarero: Guapa, (se dirige a mis tetas), guapa.
Samantha-flipandoencolores: UNA COCA-COLA PORFAVOR.

Entre tanta babosidad, y miradas lascivas, a mi me parecía increíble, que el mensaje, "Coca-Cola", no hubiera entrado aún en su cabeza. Justo en el momento que mi sangre estaba en plena ebullición, los planetas se alinearon, y el reggaeaton -que se oía hasta en el Teide- se detuvo, por lo que se me pudo oír, alto y claro.

SAMANTHA-CAGÁNDOSE-EN-TODO: (dirigiéndose a "amigo") ¿Sabes lo más flipante de todo? QUE AQUÍ NADIE SE DA CUENTA QUE DETRÁS DE UNAS TETAS Y UNA CARA BONITA, HAY UN CEREBRO.
Camarero-Baboso: (mirada atónita)
(La Coca-Cola, por fin hace acto de presencia)
Samantha-sonrisa-de-satisfacción: ¿Cuanto es?
Camarero-Baboso: 2euros...
Samantha: (mirada atónita) 






No hay comentarios:

Publicar un comentario