Y morir en un orgasmo.

Por unos segundos... el cuerpo sufre una descarga de éxtasis, natural y sano, tocas el cielo y vuelves sin moverte... Sientes cómo los músculos de las piernas se contraen, quieres cerrar las piernas, pero no lo haces, sigues moviéndote al compás.. Notas la sangre corriéndote por todo el cuerpo... Tienes espasmos, si puedes gritas, si no, gimes. Sientes un gran estallido que te estremece. El clímax está ahí. Es ese momento en el que todo a tu alrededor, te importa menos que nada. Sólo existe el fuego y el placer. Todas las terminaciones nerviosas de tu cuerpo han cobrado vida propia.