¡Te amo coño!

domingo, 21 de octubre de 2012

Es su mirada.

Me pierdo en sus ojos. En sus inmensos ojos. Tan profundos que me hacen temblar con sólo mirarle. Que hacen que no pueda concentrarme y que empiece a tartamudear, a sentirme completamente inútil. Su sonrisa y sus ojos hacen que me pierda.
Sus ojos que atrapan, cuando conectan con los míos, ninguno de los dos puede dejar de mirarse el uno al otro. Es como un extraño imán.
Es extrañamente agradable perderme mirándolos, de verdad. Esos momentos, aunque duran sólo unos minutos, a veces incluso menos, haría lo que fuera por alargarlos infinitamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario